Uno de los aspectos clave para la buena relación y la concordancia entre la empresa y los empleados es la gestión de las retribuciones y la política salarial. 

La política de retribución, los tipos de retribuciones o la retribución variable son algunos de esos aspectos a tratar entre empresa y empleado.

La retribución variable es un elemento de gestión que tiene como finalidad principal la motivación de los trabajadores para conseguir mayor nivel de esfuerzos y resultados, así como la consecución de objetivos. 

Este tipo de retribución es un elemento motivador que ayuda a garantizar el compromiso de los miembros del equipo y, además, a evitar la fuga de talentos.

La retribución variable y la motivación en el entorno laboral

Los sistemas retributivos variables tienen como fin la estimulación de los componentes del equipo mediante incentivos que consigan provocar unos resultados esperados, o bien influya en sus actitudes y comportamientos. 

Para establecerla se debe crear una base o sistema de medidas en las que implemente una remuneración real basada en los objetivos a alcanzar. Tener una comunicación interna acorde a unos pilares de transparencia con tus empleados ayudará a que esa implantación de retribución variable sea más efectiva.

Pasos para establecer un sistema de retribución variable

1. Establece los objetivos que quieres alcanzar

Lo primero que debes hacer antes de implantar un sistema de retribución variable en tu organización es establecer qué objetivos quieres que tus empleados alcancen a través de dicho sistema. Así, podrás determinar qué necesitas de tu equipo y qué necesitan ellos para alcanzar el incentivo deseado.

2. Piensa qué puede aportar cada empleado a la consecución de objetivos

Cuando ya se han organizado y concretado los objetivos que quieres conseguir gracias a este tipo de retribución, es el momento de detenerse y examinar cuál es el objetivo de cada empleado. El rendimiento y el aumento de la productividad pueden ser algunos de esos objetivos. Cuanto más individualices la retribución variable, mejor rendimiento tendrá en el resultado final. 

3. Establece indicadores clave

Si ya has establecido los objetivos, es el momento de concretar los indicadores que muestren el estado de esa consecución de objetivos y el rendimiento de cada empleado. Deben ser indicadores estables y sólidos que aporten fiabilidad, convirtiéndose en un fiel reflejo del estado del objetivo. 

4. Relaciona los indicadores con cada empleado

Al establecer los indicadores globales del estado de la consecución de objetivos, el siguiente paso es relacionarlos con los indicadores individuales de cada empleado, sección o departamento. Así puedes determinar una retribución más estable y automatizada para cada estamento.

5. Implanta un sistema justo y dinámico

Tras realizar todos los pasos anteriores, llega el momento de establecer el sistema de retribución indicado para cada miembro del equipo. Es importante tener en cuenta que este debe ser justo con respecto a los parámetros anteriormente establecidos, con la idea que de cada empleado obtenga finalmente lo que ha conseguido con su labor en la empresa. Es importante también recalcar que la retribución variable debe premiar la excelencia y el compromiso en el trabajo, por lo que los parámetros deben estar fijados en torno a esas premisas. 

6. Sienta las bases del alcance de la retribución y comunícalo

Una vez realizado todos los pasos anteriores, es el momento de fijar el alcance  que esa retribución va a tener e implantar un control por parte de la empresa, para poder medirlo y controlarlo. Tras eso, es importante comunicar a todos los miembros del equipo y a los departamentos las políticas de gestión de la retribución que se han establecido. Eso facilitará la comprensión por parte de los empleados y su asimilación.

Si consigues que esta nueva política se impregne en el trabajo y en el día a día de los miembros de la empresa, los resultados y ganancias crecerán exponencialmente. Podrás determinar qué empleados rinden más, que objetivos consigues alcanzar con mayor rapidez, y cómo repercute en la viabilidad de la empresa. Notarás como el clima laboral de tus empleados mejora, a la par que la perspectiva futura del proyecto.

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